Empieza un nuevo día y lo primero que hacen tus empleados en vestirse con la ropa ha confeccionado para ellos, que seguro incorporan tu logo y colores corporativos y que ha estado diseñada para aportar comodidad, seguridad y facilitar el desarrollo de su desempeño.
Pero…, ¿Te habías planteado alguna vez la posibilidad de generar un impacto positivo e impulsar la sostenibilidad desde tu ropa laboral cambiando la dinámica de la segunda industria más contaminante del mundo?
Vestirnos es un gesto diario que y que lamentablemente impacta y muy negativamente en nuestro entorno social y medio ambiental y quizás no somos conscientes de ello.
Sí, por raro que te parezca, la industria de la moda es la segunda industria más contaminante después de la de petróleo (responsable del 8% de las emisiones de CO2) y la segunda también en consumo de agua.
Si nos centramos exclusivamente en los materiales usados para fabricar tus prendas, nos encontramos con que…
- El poliéster es la fibra más usada para fabricar ropa, usándose cada año más de 70 millones de barriles de petróleo y que tardará más de 200 años en descomponerse según indican los expertos.
- Si tus prendas incorporan viscosa o lyocell, fibras artificiales obtenidas a partir de celulosa, cuenta que anualmente se talan 70 millones de árboles para su producción.
- Y si apuestas por el algodón, es necesario saber que se trata del cultivo que más insecticidas y pesticidas consume.
- La industria de la moda ocupa también la segunda posición en materia de consumo de agua. Se calcula que para fabricar una camiseta de agua se requieren 1.200 litros.
- El uso y abuso de tintes contaminantes ha provocado que la industria de la moda sea la responsable del 20% de las aguas residuales que se producen cada año en el mundo.
Si hablamos de residuos, las cifras también asustan. La dinámica centrada en el fast fashion y la oferta low cost ha provocado un aumento considerable del número de residuos textiles
- Se calcula cada año se generan más de 900.000 toneladas de residuos textiles a nivel nacional.
- Sólo entre el 5-8% de estos residuos son reciclados y/o reutilizados.
- Lo que implica que más del 90% acabe en vertederos o siendo incinerados.
Esta propia dinámica ha llevado a la deslocalización de la industria, generado prácticas sociales abusivas en materia de producción y un abandono de la industria local de Km0. Lamentablemente a fecha de hoy, aún siguen existiendo casos de esclavismo laboral, condiciones indignas, suelos ridículos, trabajo infantil,…
Frente a esta realidad, surge la necesidad de actuar. Debemos de ser capaces de cambiar la dinámica establecida por la segunda industria más contaminante del mundo añadiendo la sostenibilidad en la respuesta a 3 reflexiones:
- ¿De qué está hecha la ropa que voy a ponerme?
- ¿Quién y en qué condiciones ha confeccionado la prenda?
- ¿Y qué sucederá o haré con ella cuando ya no vaya a usarla?
Añadiendo la sostenibilidad en estas 3 etapas conseguirás que cada mañana, cuando tu empresa y tus empleados se vistan con la camiseta corporativa, formen parte del cambio. De un cambio dirigido a construir un presente más justo y sostenible. El planeta y la sociedad te lo están pidiendo.
¿Vistes tus valores?